Los errores más comunes al germinar semillas de marihuana

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Germinar semillas de marihuana es algo bastante rápido y sencillo, pero muchas veces no tener en cuenta ciertos factores hace que pierdan cualidades o no desarrollen todo su potencial, afectando a todo el crecimiento posterior de la planta.

Que el medio de germinación se seque

Poner la semilla en un medio de germinación húmedo, como servilletas de cocina, es lo más habitual y sencillo. Sin embargo, en caso de semillas sativas o índicas, como la gelato 33, siempre es muy recomendable aplicar una fuente de calor constante para estimular el proceso.

Sin embargo, esta fuente de calor también hace que el papel se seque muy rápido, algo que tenemos que evitar que ocurra. Comprueba diariamente que el medio siga húmedo, sino la semilla puede interrumpir el proceso y quedar dañada, de manera que no germinará nunca.

Alargar el período de germinación

Aunque nos guste ver lo bien que germinan nuestras semillas, no debemos dejarlas hasta que aparezcan los cotiledones. Si esto pasa, algo más habitual en semillas autoflorecientes como la magnum auto, el posterior trasplante se dificultará porque las raíces seguramente se dañen.

Lo mejor es plantar las semillas en el momento en el que su radícula mida no más de 2 centímetros.

Germinar en tierra

Si buscamos germinar directamente en el sustrato para ahorrar tiempo y procesos, debemos ser conscientes de que seguramente acabe en una germinación nula. Las variedades feminizadas, como la banana kush, es muy probable que fracasen con este sistema. Solo algunas autoflorecientes de mayor genética ruderalis son capaces de aguantar bien este sistema. Eso sí, la tierra siempre debe estar bien húmeda y la semilla no estar a demasiada profundidad.

Clima para la germinación

Si queremos asegurar por completo nuestro proceso de germinación, lo mejor es dotar a las semillas de las condiciones más óptimas posibles. Así, mantener la temperatura en los 26-28ºC y la humedad de ambiente cerca del 70%, aumentarán el índice de germinación.

Si los valores son inferiores, a la semilla le costará ponerse en marcha, mientras que si son superiores corremos mucho riesgo de aparición de hongos y podredumbres.

Seguro que, si sigues estos sencillos pasos, nunca más tendrás problemas con tus semillas. Ya verás que tendrán éxito muchas más y de una manera que exponga todo su potencial. Eso sí, siempre con unos cuidados posteriores adecuados.